En el sector alimentario, la calidad y la eficiencia son factores críticos para mantener la competitividad. La soja, uno de los ingredientes más utilizados en la fabricación de alimentos, requiere procesamiento cuidadoso para preservar su valor nutricional y proteínas. Sin embargo, los métodos tradicionales de procesamiento a menudo generan pérdida de nutrientes, altos costos energéticos y una disminución en la calidad del producto final.
La tecnología de extracción con solvente a baja temperatura, desarrollada por empresas líderes como el Grupo Pengyou, representa un avance significativo en la industria alimentaria. Este método no solo minimiza la degradación de las proteínas, sino que también reduce el consumo de energía, permitiendo a las empresas optimizar sus operaciones.
Según estudios recientes, el procesamiento a baja temperatura puede aumentar el contenido de proteína en hasta un 15% en comparación con métodos convencionales. Esto se debe a que el calor excesivo en los procesos tradicionales provoca la denaturación de las proteínas, afectando negativamente la calidad del producto final.
El uso de equipos de procesamiento de soja a baja temperatura no solo mejora la calidad del producto, sino que también ofrece ventajas económicas significativas. Según datos de la Asociación Internacional de Alimentos (IFA), empresas que han adoptado esta tecnología han logrado reducir su consumo de energía en un 25-30%, lo que se traduce directamente en ahorros operativos.
Método de procesamiento | Consumo de energía (kWh/kg) | Contenido de proteína (%) |
---|---|---|
Método tradicional | 1.2 | 38 |
Tecnología a baja temperatura | 0.8 | 43 |
Los productos derivados de la soja, como los chips de soja, son esenciales en la producción de alimentos vegetales, snacks saludables y suplementos nutricionales. Con la tecnología de procesamiento a baja temperatura, las empresas pueden producir estos ingredientes con mayor pureza y consistencia, mejorando así la reputación de marca y la satisfacción del cliente.
Un caso destacado es una empresa brasileña de snacks que implementó esta tecnología y logró incrementar su margen de beneficio en un 18% en menos de un año. Además, su producto fue certificado como "alto en proteína" por instituciones internacionales, lo que abrió nuevas oportunidades de mercado.
La adopción de tecnologías avanzadas como la extracción con solvente a baja temperatura no solo ayuda a las empresas a reducir costos, sino que también contribuye al desarrollo sostenible del sector alimentario. Al preservar la integridad nutricional de la soja, estas soluciones permiten a las empresas ofrecer productos de alta calidad que cumplen con los estándares globales de salud y seguridad.
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